jueves, 13 de diciembre de 2012

 
El sueño de la razón produce monstruos


Este enigmático grabado fue realizado por Francisco de Goya en algún momento entre 1797 y 1799. Forma parte de la colección Caprichos y nos hace reflexionar sobre la idea o concepto de Razón en la Europa posterior a la revolución francesa. La imagen central del grabado muestra a un hombre (político, artista o pensador) que yace recostado sobre un escritorio junto a unos papeles de trabajo y unas plumas. Asumimos que esta persona se encuentra dormida, después de trabajar arduamente en alguna tarea, o bien, que se encuentra bajo el efecto de una crisis emocional de melancolía o de creatividad. 
El durmiente simboliza, en principio, a la razón que duerme. Los papeles de trabajo y las plumas,algunas de ellas traídas por una lechuza, indican, con gran certeza, que el durmiente está empeñando en algún tipo de esfuerzo mental, en algún problema que ha de ser resuelto por la razón, sea intelectual, artístico o político. Y que, en un momento dado de este esfuerzo, el durmiente resultó vencido por el cansancio. Entonces, al caer dormido, aparecen animales de la noche (gatos, lechuzas y murciélagos) que le rodean y le contemplan desde su mundo de sombras, al parecer amenazantes, aunque también puede suponerse que vienen en su auxilio. El durmiente puede ser presa de sus monstruos al caer dormido, o lo que es lo mismo, la razón puede ser atrapada por los monstruos cuando pierde claridad o rumbo, cuando deja de ser razón. Por otro lado, puede ser que estos monstruos, bajo la forma de las plumas traídas o tomadas por la lechuza, vengan, al contrario, en ayuda del durmiente como fuentes inspiradoras de su creatividad.
 
  

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